Saboreo un té de frutos silvestres,- sosiego de esta tarde
- en la boca dorada del otoño.
- Te abrazo mientras la placidez
- nos ronda como un ángel.
- Tu sonrisa y la mía
- alcanzanpara sostener
- tanta ternura...
- y la taza queda olvidada
- en lo sutil de ese instante.
- ¡Por favor diez abrazos al día!
- -digo entre risas contagiosas-
- Somos niños y la vida una cosquilla
- mientras las hojas crujen.
Elsa Tébere
uuffff, niña, "mientras las hojas crujen"...
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